No hace mucho mi marido y yo comentábamos, nostálgicos, aquellos refrescos de la infancia que solo tomábamos cuando nos llevaban al bar o al cine (Schuss, Mirinda. Crush…) Formaban parte de lo que vivíamos como un día especial. Hoy de repente, al ir a por La Casera, allí estaba la «limonada» que acompañaba mi bocata, merienda-cena, en el cine de verano. La gaseosa Schuss me acompañó en la Roma de «Espartaco», en el corazón de Africa con «Hatari» y «Tarzán», entre risas con «El profesor chiflado», en la dulzura de «Gigi»…
No nos hemos resistido a probarla nada más llegar a casa. Sin enfriarla siquiera y tras moverla de aquí para allá para hacer la foto, la abro sin pensar y… cual campeón de Fórmula I he rociado a mi marido con el champán más barato del mundo 🙂
¡Qué diferente es de las otras gaseosas! Tiene un punto de sabor a limón que la hace especial. La botella es de un litro y por precio sale igual (1 céntimo por debajo) que La Casera. He podido encontrar en la Red que, creada por un grupo vasco a finales de los 50, Schuss fue adquirida por Coca Cola en los 70 pero no ha sido nuevamente comercializada hasta 2009
Muy refrescante y agradable. Si os apetece, yo la he comprado en Alcampo. Supongo que estará también en otros hiper.