Fácil y poco calóricas porque podemos usar poco aceite.
Ingredientes (4 personas):
- 2 berenjenas grandecitas
- 3 tomates grandes maduros o bien 1 bote de tomate entero crudo de 1 kg
- 2 dientes de ajo
- perejil
- aceite de oliva
- sal
Preparación:
- Pelar las berenjenas y cortarlas a lo largo en rodajas de 1 cm, haciéndoles unos cortes en cruz . Dejarlas en reposo con sal de 1 a 2 horas para que no amarguen y luego lavarlas para quitar el exceso de sal.
- Untar con aceite la bandeja del horno y extender en ella las berenjenas. Espolvorear con el ajo- perejil picados, cubrir con el tomate desmenuzado y rociar con aceite.
- Añadir a la bandeja un vaso grande de agua (o el jugo de tomate de la lata) y meter al horno, encendido arriba y abajo, en principio fuerte hasta que empiece a hervir y luego bajarlo a unos 160º.
- Cuando al pinchar con un tenedor estén blandas, gratinar un par de minutos y sacar a una fuente.
Día lluvioso y frío. Los focos sobre la encimera de la cocina aportan luminosidad y animan a pasar la mañana entre fogones.
Cocina hoy para comer mañana: me pongo a asar los 3 kilos de pimientos rojos que ayer compré tan baratos y, por qué no, también las berenjenas tendrán su momento horno mientras preparo otra comida para hoy en la placa de inducción. Las berenjenas serán la cena. Los pimientos pasarán a sus bolsas de congelar para otro día, más propicio para el paseo, ser usados como acompañamiento o en ensalada.
Cuando se acercan días de celebración familiar como las Navidades, me gusta «almacenar» comida preparada que luego me facilitará las salidas y entradas. La croquetas, pimientos, caldo de cocido, caldo de pescado, todos al congelador; salmonetitos, boquerones, merluza, doradas…todo limpio y congelado, listo para ser frito o cocinado sin necesidad de ir a la compra o perder tiempo cuando queremos disfrutar las vacaciones en familia.
Y con el congelador ya aprovisionado, habrá que empezar a sacar los adornos navideños. Nuestro Belén, lo primero.